Es una clásica respuesta de algunas personas cuando quieren negar la
posibilidad de una relación... pero que implica?
Si les contara mi historia sería algo como así: en el comienzo
entendía que esto era una superficialidad una excusa para decir que
no eres tan bonito o bonita como yo. No estas a mi altura... por tanto
consideré que era un poco estupido. Yo quería encontrar otro motivo y
pensaba la belleza debe encontrarse en el interior. Quizás por eso me
enamore la primera vez... no porque mi pareja no fuera bonita sino
porque aprendí a ver su interior desde el exterior. Todas sus
expresiones, sus sonrisas sus enfados sus pequeños caprichos y me enamore de
todo ello y cuanto más expresiva era casi que mejor. Quizás al final
nada termino como esperábamos y las expresiones se convirtieron en
dramas y los dramas en problemas y los problemas en separación. Pero sin
embargo aprendí que si bien la belleza no solo es exterior
también podría manifestarse aquella belleza que yo buscaba en el
interior en aquellos mensajes que yo recibía desde el exterior.
Si bien la atracción externa no es la única forma en la que damos los
primeros pasos a una relación tampoco debe por eso ser menospreciada.
Ya lo veíamos en esas expresiones que tanto cuentan y ahora creo que puedo
verlo en aquellas expresiones que antes no quería ver. Aquellas que nos cuentan
del pasado de las personas, que son como pequeñas arrugas en la piel
aquellos momentos de nuestra vida que nos han marcado el alma de cierta forma.
Es cierto que las arrugas toman tiempo para formarse pero también es
cierto que se formaran ahí donde nuestras expresiones son más
habituales donde el trabajo de nuestros músculos ha estirado más la
piel y la ha agotado más. Y estas pequeñas arrugas, marcas en la piel,
cicatrices y emociones son Aquellos golpes de la vida que solo cada uno conoce
en los más íntimo de sus sentimientos, los que nos han marcado como personas.
Yo la verdad tuve una infancia muy feliz, casi podría decir a mis padres
que hacía todo lo que quería y hasta me consideraban todo un demonio porque
claro siendo el último de los tres hijos el más pequeño siempre hay una serie
de ventajas de las que uno goza. Quizás porque mis padres aprendieron a
cultivar mejor el ser y dejarme ser o quizás porque había nacido con una cara
de ángel :P… Pero claro todo en la vida se equilibra y mis más osadas aventuras
se convirtieron en grandes lecciones y las grandes lecciones en un gran carácter.
Aunque mi carácter a través de los años se ha relajado, no he perdido aquello
que aprendí. Y aunque considero que como todos sigo aprendiendo la voluntad y
la confianza de mi ser me lleva a continuar haciendo cosas osadas. Será por
ello que escribo de esta manera y que tengo marcada en la piel un cierta paz
interior creo yo. Y que esto reflejo a las demás personas. Aunque a veces
intento sopesar las cosas de una manera exagerada, mi ser me marca la pauta y
me lleva la batuta así como lo hace la vida. Yo tiendo a sonreir con facilidad quizas buscando la excusa para mis pequeños
caprichos, pero sobretodo la concordia y la armonia. Todo eso sin duda marca la
belleza que reflejamos hacia los demás. Y mientras mas me conozco a mi
mismo más reconozco a los demás. Veo en ellos el reflejo de mi ser, porque en
si todos somos seres vivos.
Quizás es un ejemplo muy particular pero sirve para explicar de lo
que hablo cuando digo que el interior se manifiesta en nuestro rostro.Quizas
mas de una vez nos hemos parado cerca de
un edificio y hemo admirado su belleza, quizás algunos más que
otros pero es muy probable que más que uno se ha parado a admirar la belleza de
la fachada de un edificio o sus corredores o sus espacios íntimos y patios.
Y quizás algunos más atentos han visto la belleza de sus andadores de
sus espacios circulantes y de los servicios que ahí se
desarrollan. Quizás son estos los más osados
que así también con la belleza de las personas pueden ver este
aspecto menos tangible que se denota en las expresiones a las que las personas
tienden a recurrir. Y quizás sea esta también una parte por la cual
tendemos a decir tu eres mi tipo y tu no.
Si bien me he negado a ver la belleza superficial como algo importante,
es sin duda nuestro punto de acceso a aquella belleza interior que podríamos
llamar personalidad o forma de ser.
Entonces vemos dos aspectos que no son completamente separados
el interior y el exterior pero que son como las dos caras de una misma moneda. La moneda
de la persona. Y ya hablando del primero del que va del interior al exterior
ahora hablemos un poco del segundo del que va del exterior al interior. Porque
aunque este parece para la mayoría fácil de comparar también tiene su secreto.
Algo que quizás no es tan obvio como las arrugas de la piel sino que
también va de los genes y de nuestra herencia contextual. Un gen puede
darnos el cabello rojo o el mentón protuberante, y un contexto puede
mutar aquel gen y darnos un cabello más fino o una forma más esbelta. En fin
las relaciones particulares de genes y sus consecuencias o de
mutaciones contextuales y sus consecuencias no las conozco. Pero es
cierto que existen estas relaciones. Y quizás muchos de nosotros las
tomemos en cuenta aunque no nos demos cuenta. Y aunque puede parecer que vienen
del interior al exterior yo las colocaría con más tendencia (pero no de forma
absoluta) del exterior al interior, porque los genes los heredamos y el
contexto lo recibimos. De cualquier manera forman parte de nuestro ser sin
ellos no podriamos heredar el desarrollo evolutivo y sin el contexto no
podriamos aprender del medio en el que vivimos. Es muy común que alguna gente
dice a mi me gustan las personas rubias u otra dice que los prefiere altos, u
otra que los prefiere rechonchitos y "felices". No porque
los demás no lo sean, sino porque es una tendencia que algunas personas tienden
a aceptar. En fin no hablo de relaciones fijas y particulares sino de
relaciones relativas y particulares. Cada persona tiene sus preferencias
y quizás algunas de ellas se encuentran en los genes.
No sería muy difícil pensar que personas de diferentes
razas están interesadas en combinar la belleza de sus genes
para así tener una herencia más fuerte. Y quizás esta es
una de las razones por las cuales mucha gente prefiere salir un poco de lo
común y buscar en otras razas. Quizás otras personas piensen en lo
contrario, mejor malo por conocido que bueno por conocer...
y quizás esta sería una razón por la cual buscar una pareja dentro de
su raza o su costumbre de parentesco sea también algo muy aceptado.
El estatus social también forma una parte importante. Aunque no
quiero referirme a aquel estatus que como algunas visones miopes se
refieren a cierto poder adquisitivo. Todo va en forma dual porque ni todo el
dinero del mundo hace a una persona rica culturalmente ni toda la
riqueza cultural le permite al que tiene menos posibilidades darse
una vida de culturización y enriquecimiento intelectual en base a una
cierta riqueza.
En fin, quizás nos parezca difícil comparar un
edificio con una persona, pero aunque así como la persona el edificio
también cambia y tiene sus expresiones. Solo es un recurso para hablar de la
belleza como algo universal. Porque para hablar de las cosas particulares
necesitamos a hacer referencia a cosas universales y viceversa. Si bien la
belleza es algo particular y relativo a la persona que mira, también es algo de
lo cual intentamos poner puntos en acuerdo y hacer valores de juicio. Un
concepto común con el cual intentamos entendernos como la justicia o la verdad.
Y así como estos tiene dos vertientes que lo
relacionan sencillamente. Consideramos algo bello sea cual sea
su forma de vida como algo que merece la pena de nuestra atención y nuestra
tiempo. Muy bien podríamos decir es mi tipo o no es mi tipo, pero
estamos considerando un cierto interés social, cultural,
sentimental, personal y hasta proporcionado del cual no podemos escapar.
Si bien para los griegos la proporción y la integridad de los
elementos en cualquier forma de vida son importantes para la
belleza. Así también las dos vertientes de las que les hablo, pueden
ser vistas como una relación de duales, mientras que los griegos
dirían proporción e integridad, quizás nosotros usemos
interior y exterior. Y entonces al hacer referencia a la relación de
estos dos duales nos permitiremos decir es bello o no bello o es mi tipo o no
es mi tipo.
En fin todo
va en forma dual, el ser, la vida en si misma es una relacion de duales, donde
nos interesamos por el interior hacemos uso del exterior para acceder a el.
Donde la vida nos marca en nuestro interior y nuestros sentimientos más
profundos el ser lo transparenta en nuestras expresiones y tendencias más
externas. La belleza y el tipo no solo se encuentran en el interior sino
también se palpan en el exterior, vemos algo hermoso y sin darnos cuenta o
poder explicarlo nos llama la atención y nos hace mirar con agudez,
descubriendo la armonía de su ser y el balance de sus partes. Asi los griegos
hablanban de la proporcion y de la integridad, donde hay dos o más el tamaño y
la relacion importan. Y es asi que balanceamos y vemos la vida no de una forma
absoluta y determinada sino de una siempre cambiante culturalmente rica,
creciente, armoniosa, digna de ser descubierta y siempre capaz de
sorprendernos. Asi también la belleza lo es: capaz de sorprendernos, siempre
cambiante y sin embargo absoluta pero no determinada. Porque siempre esta ahí aunque no siempre hemos de reconocerla porque
como les he dicho el ser nos ha marcado, pero no para negarla sino para vivir
la que a cada uno nos toca. Es la diferencia de ser conciente a ser
inconciente, pero no sin negar que en las dos vivimos y vivimos de una forma
hermosa.
La vida es
hermosa en cada una de sus etapas pero no podemos vivirla más que una a la vez.
Y sin saber cual sera la siguiente vamos caminando sabiendo que sera hermosa.
P.D. Estas
palabras tienden a una actitud positiva
de la vida y del ser, la cual no siempre es facil mantener, y en efecto no es
el objetivo mantenerla, solo es el resultado de esta forma particular que me
toca vivir en este momento. Pero sin embargo se que que sea el momento que
fuere que me tocase vivir, seguire siendo vivo de una forma u otra. En toda la expresión
de lo que este concepto de la vida significa.